Cuando a un diseñador le llega un encargo de una etiqueta de vino, es como si le tocara la lotería. El mundo vinícola es ese ambiente de supremacía culta y artística donde puedes poner en práctica todas tus dotes creativas y experimentar sin límites.
Pero, ¿Tan importante es el diseño de la etiqueta?
El estudio realizado por wine.net demuestra que, la mayoría de los consumidores escogen el vino por la etiqueta. Y, no es de extrañar, ya que la etiqueta del vino es su lenguaje: puede hacer que parezca un vino caro, que parezca fresco, moderno y alternativo, sugerir un determinado sabor con los colores, transportarte a un lugar… En resumen, la realidad es que las botellas de vino, sin lo las has probado, las compras por la etiqueta. La etiqueta del vino, por lo tanto, es decisiva.
¿Cuáles son las tendencias actuales en etiquetas de vino?
En el mundo del vino se ha creado una tendencia sigilosa pero vistosa de a ver quién hace la etiqueta estéticamente más llamativa y atractiva. Los productores de vino cada vez son más atrevidos y experimentales.
Puedes encontrar todas las técnicas de diseño y arte aplicadas en el pasillo de vinos del supermercado: ilustración, serigrafía, relieves, dibujo a mano, etc. Se juega con los colores, las técnicas, el tacto, las formas, las composiciones… Un lienzo en blanco para retar a cualquier diseñador.
No hay normas, a excepción de una: llamar la atención. Ya sea por minimalista o sobrecargada.
A continuación, te detallamos algunas de las tendencias en etiquetas de vino:
1. Etiqueta clásica

Y es que, como todos sabemos, un buen clásico nunca falla. Lo clásico nos aporta confianza y es una decisión segura, tanto para entendidos, como para quien no entienda de vinos.
También, suele representar a las bodegas más antiguas y de renombre, transmitiendo su tradición y experiencia en el mundo del vino.
En estas etiquetas se suelen encontrar ilustraciones de las viñas y letras creadas mediante láminas doradas o estampación en caliente, que elevan la botella.
2. Etiqueta moderna

El empleo de elementos gráficos, fuentes contemporáneas, formas geométricas o abstractas, colores vivos o figuras asimétricas es otra tendencia que se aplica en las etiquetas de vino para captar la atención.
Esta técnica es ideal para lograr que los consumidores se interesen por una nueva marca de vino o para renovar el interés de una marca ya conocida.
3. Etiqueta minimalista

El minimalismo es una tendencia en auge en todos los ámbitos de la vida (diseño de interiores, branding, estilo de vida…), y no podía ser menos en el diseño gráfico.
El minimalismo se ha convertido en una apuesta muy sólida en el campo de las etiquetas de vino. Es simple, pero resulta tremendamente atractivo para todo el mundo.
En las etiquetas de vino se puede encontrar con mensajes reducidos a la mínima expresión, uso de formas y elementos gráficos sencillos y limpios, colores neutros y cálidos, fuentes sencillas. Se trata de diseños puramente funcionales y estéticos.
4. Etiqueta artística

El vino y el arte son un maridaje perfecto. Tanto es así, que muchos productores de vino apuestan por etiquetas dibujadas a mano por artistas. Cada etiqueta es un cuadro, una obra de arte.
Dentro del mundo artístico, se pueden decantar por varios formatos: retratos, paisajes, dibujo abstracto, acuarelas…
5. Etiqueta ilustrada

Esta tendencia es similar a la artística, pero pero en vez de estar los dibujos hechos a mano, están hechos en digital.
Algunas marcas y productores de vinos escogen esta tendencia para ediciones especiales o nuevas variedades. Y los diseñadores o ilustradores, simplemente, se lo pasan en grande.
También se pueden encontrar variedad de formatos y estilos en este campo.
6. Etiquetas tipográficas

Esta tendencia puede ser parecida, en ocasiones, a la minimalista, pero no siempre es así. Ya que las tipografías pueden usarse de forma atractiva e ingeniosa, pueden deformarse para potenciar visualmente el significado de las palabras.
Es una tendencia creciente en el mundo del diseño, sobretodo, del branding.
7. Etiquetas con textura

Los diseños, a nivel visual, no lo son todo. También se puede jugar con las texturas de las etiquetas, es una forma diferente de marcar los productos. Además, las opciones son infinitas: puedes utilizar relieves serigráficos, relieves en seco, barniz UVI, estampación en caliente, braille, troquelados especiales sobre materiales con texturas…
8. Etiquetas Graffiti

El arte urbano también tiene cabida en las etiquetas de vino. Es una tendencia con mucho potencial y que cada día se ve más. Los graffitis en las etiquetas de vino son como las mezclas agridulces que, de primeras no pegan, pero que, cuando las ves juntas, el resultado es impactante, exquisito.
Es una manera muy disruptiva de que tu vino llame la atención y cautive a los más atrevidos, incluso a coleccionistas de botellas.
9. Etiquetas entretenimiento

La famosa técnica de las cajas de cereales, donde incluían sopas de letras, adivinanzas y más pasatiempos para fomentar la conversación durante los desayunos, ahora también ha llegado a las etiquetas de vino, y parece que para quedarse.
El vino es una bebida que se disfruta con amigos o en soledad, y ¡qué mejor que un pasatiempos para cualquiera de ambas situaciones! Desde luego que puede ser un punto decisivo de compra si te gustan los retos o quieres pasar un buen rato con amigos.
10. Técnicas innovadoras

El etiquetado de vinos, como he comentado anteriormente, se está convirtiendo en un referente en el mundo del diseño y la innovación en este campo. Por eso, no es de extrañar que vayan surgiendo nuevas modalidades de etiquetas de lo más originales. Desde luego, cumplen con la regla de llamar la atención.